Jackie Chan ya estuvo en la India en una de sus películas... y le salió mejor la jugada.
A mi esta película me parece una tontería. Si viéramos una película española de Jackie Chan en la que aparece bailando flamenco, en una persecución con un toro dentro de coche y haciendo chistes folclóricos todo el rato, evidenciando además que el pobre ya no es que no le doblan nunca (como se publicitaba antes) sino que igual no sale ni en la película y es un doble todo el rato, pues nos parecería lo que les ha parecido a los propios críticos indios: un insulto a la inteligencia. Si uno lo quiere ver como Indiana Jones ya tiene The accidental spy, que la hizo hace tropecientos años y es una maravilla, muy entretenida. Ya el propio título es demencial... ¿Kung fu yoga? Qué cojones tiene que ver eso con la película. Pues ya os lo digo yo. Nada. Absolutamente nada. Y se llama así como aquí la hubieran llamado Kung fu olé.
En fin. Que Jackie Chan es un grande, Stanley Tong es un grande, los actores indios no son cualquier cosa, pero esta película es una producción infantil de sobremesa hecha para ver si cuela y pilla público bollywudiense, disfrazado de pretendido homenaje (y no pura rapiña comercial).