La letra K de Kitano aparece instantes antes del comienzo de la película. Así que sabiendo que la productora de Takeshi Kitano está detrás de éste metraje ya me empiezo a frotar las manos. Empieza la película y se escucha la frase. "Quiero morir". ¿Y aún así se trata de una comedia? Pues así es, pero una comedia muy negra. Una docena de personas se encaminan en un viaje sin retorno, llevan planeando esto desde hace meses. Ninguno está ya demasiado preocupado por ello, ya está más que asimilado. Pero entonces, lo inesperado. Aparece alguien que no debería estar allí. Y ya no cuento más...
Plagada de tomas fijas y de larga duración, no es una película que sorprenda al espectador por un rápido y espectacular uso del montaje. Todo lo contrario, las secuencias pasan con calma pero sin pausa. Lo mejor es que absolutamente nada tiene desperdicio. Son noventa minutos bien planificados, nada sobra. Recuerda mucho a films de Kitano de la talla de Hana-bi o Dolls. Y no sólo por que su productora financia esta película si no por que el director "Hiroshi Shimizu" fue asistente de dirección en películas como "El verano de kikuhiro" o "Brother". Una película que ha pasado muy desapercibida en Europa a lo largo de sus más de doce añitos de historia. Y a esta clase de películas hay que quitarles el polvo, bien lo merecen. A disfrutarla. Una delicia para los amantes de la comedia negra.