jidaigekipedia.comDestino aciagoEn este repaso que estoy haciendo a mi colección de Jidai-geki, lo que más me llama la atención es lo mucho que ha cambiado mi gusto y mi manera de ver el cine en estos casi seis años que han pasado desde la primera vez que las vi y comenté. El ejemplo más contundente que me he encontrado hasta ahora es precisamente el de
Destiny´s Son, de la cual escribí verdaderas sandeces. Cada vez que leo uno de aquellos comentarios, antes de reescribirlos ahora para Allzine, me parece que el autor fuera otra persona. Esto me demuestra que cuando vemos una película lo que más influye a la hora de juzgarla son nuestras espectativas, nuestra personalidad, y lo que esperamos encontrar en ella.
Reflexiones personales aparte, otra novela de Renzaburo Shibata dirigida por Kenji Misumi y protagonizada por Raizo Ichikawa (¿nos suena el tridente?). Al igual que en
Sword Devil, producto de los hombres que acabo de mencionar, la historia se construye alrededor de un personaje principal bueno y sencillo, sin ningún conocimiento de esgrima. En un momento determinado la espada se presenta en su camino, y lo que al principio parece una bendición capaz de llevarle a cualquier parte se convierte en su maldición. Otras similitudes entre los protagonistas de ambas películas son: un pasado incierto, hijos de padres desconocidos, y rechazo de la sociedad por sus dudosos orígenes.
En la segunda mitad de
Destiny´s Son, el camino de Shingo le introduce de lleno en los momentos más turbulentos del Bakumatsu, precisamente los que tuvieron lugar después de lo relatado en
Samurai Assassin. El periodo de tiempo abarcado es muy amplio, desde 1853 hasta 1861, y la única percepción que tenemos del paso de los años, además de la narración, es el cambio de peinado del protagonista, que varía adecuándose a su situación personal. No soy ningún experto en este tema, pero me ha parecido clásico y formal cuando su vida está en perfecto orden, descuidado cuando se desentiende del mundo, y un punto intermedio cuando parece recuperar su sitio (de derecha a izquierda en la imagen).
Hablar de la acción con Kenji Misumi es repetirme una vez más. Planos bien estudiados, coreografías elegantes y perfectas en las que el héroe derriba de un golpe a cada enemigo, y duelos larguísimos con una importante componente psicológica. Nuevamente aparece una técnica única que otorga al personaje principal ventaja frente a sus desconcertados adversarios. El corte de la Luna Llena de
Nemuri Kyoshiro, la pose silenciosa de
Satan´s Sword, el Iejutsu de
Sword Devil... y ahora la Postura del Laúd: una posición principalmente defensiva y útil exclusivamente para enfrentamientos uno contra uno.
Al margen de todo lo anterior, lo que verdaderamente diferencia a esta película son sus escenarios y paisajes. La fotografía es excelente y los decorados increíblemente variados y cuidados, llegando a su máxima expresión en el laberinto del Castillo de Mito y sus infinitas habitaciones (a quien haya jugado al
Samurai Warriors le vendrán a la mente un montón de recuerdos, jeje). En definitiva, un imprescindible del chambara y de Misumi.
Los franceses sí que saben vender las pelis...