jidaigekipedia.comShikoro, Ichibei ShikoroLa primera película de la trilogía Bounty Hunter viene de la mano de Shigehiro Ozawa, director cuya contribución al jidaigeki hasta la fecha me había parecido bastante mediocre. Ahora he tenido ocasión de degustar esta cinta, que parece ser el eslabón perdido entre el cine de Zatoichi y el de Lone Wolf and Cub, con un Tomisaburo Wakayama que se come el mundo para amenizarnos la tarde durante 90 minutos.
Sinopsis: el buque holandés Rotterdam, rechazado por el Shogun, pone rumbo a Satsuma en busca de un comprador para sus 1.000 armas de fuego de última generación. De cumplir su propósito, y aceptar la mercancía sus nuevos clientes, la guerra civil en Japón podría ser inevitable. Contratado por el propio Ieshige Tokugawa, el cazarrecompensas Ichibei Shikoro buscará la forma de impedir la transacción.
La trama se sitúa en 1741, primer año de la era Kanpo, con Yoshimune Tokugawa en el cargo de Shogun (aunque en Killer's Mission sea su hijo quien parece gobernar). La política aislacionista (Sakoku) del Shogunato continúa vigente desde la Rebelión de Shimabara, y el comercio con los extranjeros está fuertemente controlado. Sólo el clan Shimazu de Satsuma parece esquivar la prohibición a través de las casi-independientes Islas Ryukyu, por lo que para el Rotterdam se presenta como un objetivo evidente.
Si George Lazenby se convirtió en 1969 en el segundo James Bond, podríamos decir (en broma, por supuesto) que Tomisaburo Wakayama fue el tercero. No en vano, Killer's Mission comienza arrebatando varias notas de la banda sonora que acompañó tantos años al agente 007, y durante el resto del metraje utiliza variantes muy parecidas. Además, el protagonista es un agente del gobierno con un extenso repertorio de artilugios que le ayudan en su misión, aunque no sea Q quien se los suministre. A pesar de los pocos minutos con los que cuenta, la chica Bond no falta tampoco a su cita con el tradicional y distintivo final.
Aparte de lo tomado prestado a James Bond, Tomisaburo Wakayama roba el Reverse Sword Drawing de su hermano Katsu en Zatoichi, y lo utiliza durante toda la película para esgrimir su propio bastón-espada. Por si fuera poco, en una de las escenas nos impresiona con una imitación muy precisa del masajista, copiando incluso esa jovial carcajada que le caracteriza. Como contraprestación, Tomisaburo debió de prestarle su "inmenso miembro" tres años después para la trilogía Hanzo The Razor.
Llaman la atención lo salvaje de las coreografías de acción, con un Ichibei que se lanza sobre sus enemigos empuñando la espada de mil maneras diferentes con el único objetivo de hacerles pedazos. La violencia y la carnicería de esas escenas va en descenso conforme avanza la historia, pero sentaron la base de lo que unos años después veríamos en Lone Wolf and Cub.
Me reservo una de mis habituales notas curiosas para los extranjeros holandeses, cuyo idioma a oídos de los japoneses parece ser tan exótico como para nosotros el de las tribus de cualquier cultura recóndita. Escuchando al Capitán Seagal me parecía oir la voz de Charlton Heston en Naked Jungle al dirigirse a los salvajes del Amazonas en su lengua. La otra nota interesante es la del estilo Jigen-ryu que practica Ijuin Ukyo. La escuela que enseña esa técnica la fundó Todo Shigekata para reemplazar al Taisha-ryu en Satsuma, una región que históricamente ha dado a Japón algunos de sus más hábiles espadachines.
Cierro el comentario diciendo que me ha parecido una cinta entretenida, con un protagonista muy carismático y bestiales escenas de acción. Todo aficionado al chambara debería intentar hacerse con ella.