jidaigekipedia.comEl fuego vengadorEn la filmografía chambara de Kenji Misumi la octava entrega de Sleepy Eyes of Death se sitúa entre la entretenida Zatoichi and the Chess Expert y la estupenda Zatoichi Challenged. A pesar del título internacional que encabeza la reseña, es más conocida como The Sword that Saved Edo. Yo me he decantado por Sword of Villany, ya que es menos engañoso y ofrece una traducción literal del original Burai-ken. En el reparto, Raizo Ichikawa se ve acompañado de Shiho Fujimura y Shigeru Amachi, ambos grabados a fuego en nuestra memoria por sus respectivos papeles como Yuki en Ghost Story of the Snow Witch y Hirate en The Tale of Zatoichi.
Sinopsis: un grupo de ronin aparece en la ciudad de Edo con el objetivo de vengar a su difunto maestro. Su líder, Aizen, no se conforma con castigar a los culpables directos, sino que señala al tairo Tadakuni Mizuno como último responsable. Para eliminarle, su plan es iniciar un incendio que les permita actuar en medio de la confusión. A fin de evitar la pérdida de vidas inocentes, Nemuri se interpondrá en el camino de los vengadores.
La historia comienza con el relato de un ladronzuelo local, que nos mete de lleno en la trama con su original narración de los hechos. Desde ese momento crece dentro de nosotros la sensación de que detrás de lo que vemos hay un pasado interesante que nos gustaría descubrir. Poco a poco se van desvelando los detalles del infame Incidente Oishi, que acabó con un incendio y un cadáver sin identificar.
Los momentos de acción son de muy buena factura, destacando el enfrentamiento sobre el puente en el que Nemuri desenvaina por primera vez. Inesperadamente nos topamos con otro imitador del Corte de Luna Llena, aunque esta vez nos sorprende por su reiteración y no por su originalidad. A cambio veremos que Nemuri utiliza con frecuencia una variante de la pose Heijozen kennosei, apuntando la Katana hacia atrás con violencia y manteniendo a raya a los atacantes que quedan a su espalda.
Igualmente destacable es la gran batalla que tiene lugar en los tejados con una marea de llamas como fondo. Esto nos recuerda el asalto de Ikedaya por parte del Shinsengumi, cuando los imperialistas pretendían incendiar Kyoto también como maniobra de distracción. La diferencia es que en Sword of Villany lo consiguen, motivo por el cual no tiene sentido el otro título internacional. En cualquier caso, lo curioso es que una vez se produce ya no parece tener relevancia alguna para la trama.
Nada más que añadir al comentario de este estupendo chambara, que se sitúa para mí a la cabeza de la saga. La incertidumbre del Incidente Oishi y la complejidad del personaje de Aizen disparan el interés por la historia.