Para ser una película de 16/17 años que pocos comentarios ha generado. No me extrañaría que el personal enmudeciera ante tan brutal historia. Como dice
sesilu es dura, o como se dice ahora, "dura no, lo otro".
La interpretación de la chica es impactante, y para mi lo que hace que se me endurezcan las entrañas y llore, si no por fuera, si interiormente, es que cada vez que veo su cara me hace ver la cara de todas las niñas y niños que han sufrido y sufren situaciones semejantes, da igual la causa; guerra, penurias materiales, opresión religiosa, venta por la propia familia para la explotación sexual, exclavitud. Caras desde Filipinas, Ruanda, Colombia, Tailandia, China, Sudán, etc, muchos etc.
Es un crudo reflejo de la naturaleza humana. Muestra que el averno no está tan lejos, quizá dentro de cada individuo. La reflexión más nítida que va tomando forma durante la película y al final de la misma es que no existe fin, ni situación personal que justifique el sufrimiento de la infancia.
Estéticamente me ha gustado mucho, el reflejo decadente de un país que emerge en contraste con los vivos colores que al final mostraba la niña, como remarcando que ése es el pétalo que no debe caer de la flor.
Para mi sin niguna duda un imprescindible, e incluso alto
.