Vista. Yo soy también de los que se han sentido más satisfechos con el resultado de
Tirador que con el de
Foster Child. De hecho, he visto en
Tirador la creación más perfecta de Brillante Mendoza de cuantas he visionado hasta ahora. Así, de esa forma tan discreta y modesta que tiene este cineasta de mostrarnos su arte, he visto en esta película momentos realmente complejos, atisbos de genialidad que así, a la chita callando y sin muchos alardes, resultan más geniales si cabe. Un buen ejemplo de esto que digo es un plano secuencia de unos cuatro minutos de duración en torno al minuto 40 de la película: cuando uno de los personajes sale cabreado de su casa porque ha discutido con su pareja porque no se ocupa de su bebé, que está tirado en el suelo y comiéndose su propia mierda y la cámara va siguiendo al sujeto, pero luego va ocupándose de otras escenas y situaciones que van saliéndole al paso, pero siempre sin cortar el plano inicial, que arrancó del domicilio del primer personaje. En fin, lo he tenido que volver a ver para disfrutarlo y alabar lo bien resuelto que ha quedado un plano que, presumo, no debe ser nada fácil de ejecutar, porque supone una coordinación sublime entre todos los actores y sus intervenciones.
Lo que si tengo claro de Brillante Mendoza es que, guste o no, ofrezca mejores o peores películas, ha sabido crear su propio universo fílmico, en torno a unas historias corales con esos personajes tan marginales y perdedores, por el motivo que sea.
Pues eso, que está muy bien.
¡Muchas gracias por la ficha, Yonoseturco!
Un saludo