jidaigekipedia.comEl rival más fuerteSi
Zatoichi and the Chess Expert situaba a Kenji Misumi a la cabeza entre los directores con mas películas de la saga, Tokuzo Tanaka le iguala con la decimotercera entrega y la tercera de su cuenta particular. Además del protagonista de siempre, destacan dos actores del reparto: mi querido Kei Sato (como Gonzo) y Shigeru Amachi (como Kuroda). Este último interpretó a Hirate en
The Tale of Zatoichi, sentando el precedente de adversario que posteriórmente encontraría el espadachín ciego en cada una de sus aventuras.
Sinopsis: Zatoichi presencia un asesinato en medio del campo, cruzándose con el asesino cuando abandona la escena del crimen. La agonizante victima le entrega una bolsa de dinero y le encarga que se la lleve a alguien llamado Taichi. Entre las monedas hay un dado trucado, por lo que Zatoichi deduce que es un timador y decide quedarse con la suma. La casualidad guía sus pasos hasta el pueblo donde vive el pequeño Taichi, y una vez más tendrá que interponerse entre la opresión yakuza y los ciudadanos de a pie.
El enemigo más poderoso al que se enfrentará en esta ocasión es la mente de un niño. Durante una de sus demostraciones de esgrima, el joven Taichi le observa y queda obsesionado por su fuerza y su habilidad. Un monje invidente con el que se cruza advierte a Zatoichi del peligro y pone en tela de juicio su temperamento y su forma de vida. El precio que habrá de pagar para deshacer el entuerto requerirá una gran capacidad de autocontrol y sacrificio.
Con cada entrega voy poco a poco componiendo la biografía del masajista a través de la saga. En
Zatoichi's Vengeance descubrimos que tenía cinco o seis años cuando perdió la vista, como sorprendentemente deduce el monje errante a partir de detalles a priori insignificantes. De todas formas debo admitir que no estoy completamente seguro de que sea la primera mención que se hace al momento en que se quedó ciego.
En el terreno de la acción tenemos escenas espectaculares que compensan de sobra las carencias de su predecesora. Cámaras fijas, coreografías fluidas, movimientos giratorios precisos, y nada de cortes. El complemento novedoso es el uso de tambores para tratar de confundir su sentido del oído.
En fin, la decimotercera de Zatoichi es otra de las que hay que subrayar por su valor como cinta de entretenimiento y chambara de acción.