Kenji Misumi nació en Kyoto el 2 de Marzo de 1921 criándose en un ambiente predominantemente femenino, cosa que se vería trasladada al ámbito cinematográfico con un especial tratamiento de los personajes femeninos durante toda su carrera. Ya como un niño descubriría su pasión por el Chanbara y tras su graduación en la Universidad Ritsumeikan de Kyoto empezaría a trabajar en la Nikkatsu en 1941. Durante la guerra sería alistado y vivió la parte final de la misma como prisionero de los Rusos. Tras su regreso a Japón comenzaría a trabajar en la Daiei Kyoto durante la década de los 1950.
En Daiei empezaría a trabajar como asistente de director de realizadores como
Kozaburo Yoshimura o
Teinosuke Kinugasa, con este último trabajaría en la internacionalmente aclamada “
Gate of Hell” (1953). Kinugasa es considerado como el mentor de Misumi, no obstante, al igual que Kinugasa, Misumi siempre tendió hacia un uso impresionista y abstracto del montaje en su estilo cinematográfico. Kenji se especializó en el jidai-geki – dramas históricos – y el
Chanbara, géneros cinematográficos muy relacionados con su nativo Kyoto. Sus películas se caracterizan por su extrema y estilizada violencia, y sus colaboradores mas cercanos afirman que continuamente experimentaba para mejorar el estilo visual de sus films, aunque no siempre con éxito. Su tremenda atención sobre el estilo de narración visual hizo de su trabajo más lento de lo que el productor del estudio
Masaichi Nagata hubiera deseado y al principio de su carrera Nagata a veces asignaba a un director algo más rápido y directo, como
Tokuzo Tanaka, para que ayudara a Misumi a concluir sus proyectos.
Kenji Misumi se estrenaría como director con una cinta de época dentro de la prolífica saga en torno al personaje de ficción Tange Sazen en “
Tange Sazen: The Kokezaru Pot” (1954). A partir de este momento comenzaría una prolífica carrera, que junto a los directores
Tokuzo Tanaka y
Kazuo Ikehiro les valdría el apelativo de “El trio de la Daiei”, al ser la columna vertebral de una de las épocas doradas del estudio. La superestrella del estudio,
Raizo Ichikawa, fue protagonista de un buen número de películas de Misumi, incluyendo las 2 partes de “
Satan's Sword”, basada en la misma historia que
Kihachi Okamoto usaría para su conocida “Sword of Doom”.
Teniendo en cuenta el éxito en taquilla de las superproducciones históricas como las estadounidenses “The Robe”, “Ben-hur” o “Los Tres Mandamientos”, y los locales “Los Tres Tesoros” (Nippion Tanjo) de la mano de la Toho, Misumi tuvo su entrada en este género con “
Buda” (1961). Un riesgo financiero del estudio, la épica histórico-religiosa cinta de 70 minutos de duración se convertiría en todo un éxito en taquilla. En base a este éxito el estudio le ofreció salir del género de los jidai-geki con una lista de películas preferentes del estudio, sin embargo el director siguió trabajando en Chanbaras. Al año siguiente Misumi dirigiría “
Zatoichi Monogatari”, la primera de una larga y superexitosa saga de película en torno al personaje de Zatoichi, el espadachín ciego, a quien daría vida el actor
Shintaro Katsu. Kenji llegaría a dirigir otras 5 películas de la saga, la 8, 12, 17, 19 y 21. Con el éxito de Buda y Zatoichi, Misumi conseguiría una mayor autonomía en su trabajo con el estudio.
Sería el guión de Kaneto Shindo para
Destiny's Son (1962) el primero en inspirar el estilo visual abstracto de Misumi. Su decorador de set, Akira Naito comentaría: “
El guión de Destiny's Son era muy abstracto, muy poético, y hemos intentado todo lo que podíamos para encontrar imágenes que se ajustasen a las palabras.”. Escribiendo para midnighteyes.com, Robin Gatto apuntaría que Destiny's Son es uno de los primeros jidai-geki en agregar un elemento Freudiano a la descripción de la vida del samurái. Haciendo hincapié en las tendencias humanistas de Misumi, su biógrafo
Kazuma Nozawa señala que las películas de la serie Zatoichi del director son las que muestran al protagonista de un modo menos heroico, incidiendo en su “melancolía existencial”. Misumi también dirigió tres películas de la serie “
Sleepy Eyes of Death” que protagonizaba Raizo Ichikawa, así como el drama histórico con toque de monstruo gigante “
Daimajin: Wrath of Daimajin”, la segunda de la saga.
Su característico estilo visual y su tratamiento comprensivo de los personajes femeninos le valió el apelativo de “pequeño Mizoguchi”, en referencia al maestro del cine nipón
Kenji Mizoguchi. Este lado femenino de Misumi le llevó a dirigir
Namidagawa (1967) junto a la actriz Shiho Fujimura. Además su trabajo en el drama televisivo de 1971 “
Tenno no Seiki” (The Century of the Emperor) le valdría el Galaxy Award.
Se rumorea que el actor
Tomisaburo Wakayama estaba receloso de Misumi debido a esta racha “femenina”, sin embargo ambos colaboraron con tremendo éxito en las adaptaciones cinematográficas de “
Lone Wolf and Cub” (1972-1973), saga muy popular en occidente debido al montaje americano
Shogun Assassin (que tomaba imágenes de la primera y segunda película y las remezclaba). El biógrafo de Misumi
Kazuma Nozawa cree que estas películas basadas en el violento manga de Kazuo Koike han dado la falsa impresión de que Misumi no era más que un director de Chanbaras sangrientos.
Su película final, “
The Last Samurai” (1974) fue la única donde pudo satisfacer sus aspiraciones de autor tanto en el guión como en la dirección. La película no tuvo un especial éxito en su lanzamiento, debido posiblemente a las discrepancias manifiestas de Misumi con el equipo de la Shochiku con el que colaboraba. En midnighteyes.com, Tom Mes escribe: “
Con The Last Samurai, Kenji Misumi hace algo que pocos artistas tienen la oportunidad de hacer, entregar su declaración final y definitiva, llegar a una conclusión que aporta un fin a todo el conjunto de su carrera. Una película realmente grande.”
Kenji Misumi murió de cáncer de hígado el 24 de septiembre de 1975 y fue enterrado en el templo Reigenji de Kyoto. En 1997 el periodista Kazuma Nozawa escribiría una biografía sobre el director de más de 350 páginas. Con el tiempo un colaborador de Misumi llegó a declarar ”
...viendo las películas de espadachines de Misumi uno se sumerge en un pozo de tristeza y melancolía como nunca se ha hecho.”