Gracias a Bondurant.
Un tanto difícil de catalogar, entre el thriller, el drama o el medio terror; ya que empieza en los primeros minutos con unos toques intensísimos de un buen thriller que pasando esos 10 primeros minutos, se termina diluyendo en algo lento, viscoso, aburrido, pesado y que se hace larguísimo, ya que empiezan a mezclar lo espiritual con la locura a través de multitud de flashback uno tras otro que hacen que cueste cogerle el ritmo que no tiene. Una desilusión, pero tan tantas películas asiáticas buenas algún bodrio tocaba salir.