jidaigekipedia.comKung fu japonésNorifumi Suzuki nos mete de pleno en el Japón del siglo XVI con personajes tan míticos como Nobunaga Oda, Ieyasu Tokugawa, Mitsuhide Akechi, Hattori Hanzo, o Hideyoshi Toyotomi, construyendo una historia de ninjas y samuráis que mezca el arte de la katana con el Kung fu tradicional chino.
Shogun's Ninja dedica sus primeros minutos al relato de la masacre del pueblo de Iga, el famoso incidente de Honno-ji, y la ascensión al poder del clan Toyotomi. El narrador concluye esta introducción dando paso a los días de la era Bunroku, aunque yo diría que la trama se desarrolla enteramente durante la era Keicho. Me baso en que Hideyoshi ya está en plena conquista de Corea y en que la otra opción implicaría que el intervalo temporal que abarca Suzuki es de más de tres años.
Sinopsis: tras el asesinato de Momochi Sandayu y de su gente, Takamaru (Hiroyuki Sanada) hereda el liderazgo del clan y la responsabilidad de llevar a cabo su venganza. Después de pasar varios años en China recibiendo entrenamiento en artes marciales, regresa a Japón para reencontrarse con el resto de supervivientes, que se ganan la vida robando a los adinerados bajo la identidad de Goemon Ichikawa.
Hiroyuki Sanada ofrece un festival de técnica de combate y habilidad para el Kung fu, con un atuendo y un aspecto que llega a evocarnos al gran Bruce Lee. En sus primeras escenas de acción no utiliza armas, pero en la parte final esgrime dos dagas de forma casi idéntica a las kama de
Samurai Reincarnation. Entre el resto de personajes sobre todo destacan Shiranui (Sonny Chiba) y los dos hombres idénticos que actúan como autómatas sometidos su voluntad. Este trío se combina para dejarnos hermosas coreografías con movimientos sincronizados y perfectos. Además de ellos aparece Airen, una luchadora china que a más de uno le recordará a la Xiaoyu del videojuego
Tekken 3 (entre otras cosas porque lleva la misma ropa).
Elemento diferenciador es el arriesgado uso de cámaras lentas en planos cercanos, haciendo evidente que las patadas y los golpes se quedan a más de un palmo de distancia del enemigo abatido. También enseña con descaro las cuerdas que atan a las patas delanteras de los caballos para que caigan al suelo de forma espectacular, pero ese ya es otro tema.
Para mi gusto la exhibición de Hiroyuki Sanada es excesiva. Su papel de héroe y personaje omnipresente en una película de 112 minutos cansa demasiado. Además su caracterización al estilo Bruce Lee ni me gusta, ni me encaja en una historia de ninjas. ¿A quién no se le ponen los pelos de punta cuando aparece Hanzo vestido de negro, con la lanza y la katana de tsuba cuadrada? Menos torso sudado y más guerreros encapuchados.
Mencionar también que la banda sonora es otra de esas rarezas del jidai-geki
western de los años ochenta, combinando músicas que a priori parecen incompatibles. Por lo demás,
Shogun's Ninja tan solo ofrece un rato de entretenimiento y combates espectaculares. Quien espere otra cosa se verá segúramente defraudado.