jidaigekipedia.comDe la leyenda al cineTambién conocida como Kaidan, es probablemente la película más famosa del jidaigeki de fantasmas, y sin duda una de las mejores. La dirigió Masaki Kobayashi basándose en cuatro historias del escritor Lafcadio Hearn, alcanzando una duración total de 184 minutos en la edición uncut. Rentaro Mikuni, Tatsuya Nakadai, Takeshi Shimura, y Kanemon Nakamura, figuran entre otros nombres en este reparto de lujo que da vida a diferentes personajes del folclore japonés.
El primer episodio se titula Black Hair, y trata de un samurái (Rentaro Mikuni) que abandona a su esposa (Michiyo Aratama) para casarse con una noble y huir de la pobreza. Tras vivir un tiempo con su nueva mujer, comienza a echar de menos a la que dejó atrás. Consumido por el remordimiento, decide volver a su vieja casa para encontrarse con algo que no esperaba.
Basada en The Reconciliation, es una muy acertada elección por parte de Kobayashi para abrir su película. Hasta los últimos cinco minutos el relato no tiene nada ni de fantástico, ni de terror. La lentitud aplastante de las escenas te arrastra poco a poco a la realidad de Kwaidan para golpearte sin piedad con su terrorífico final.
El segundo episodio se titula The Woman of the Snow, y cuenta la historia de dos leñadores que se ven obligados a pasar la noche en una cabaña durante una terrible nevada. Mientras duermen, se les aparece una mujer de piel blanca (Keiko Kishi) que mata al anciano y perdona al joven (Tatsuya Nakadai) a cambio de que jamás cuente lo sucedido a nadie. El muchacho continúa con su vida y conoce a la hermosa Yuki, con la que se casa y acaba por romper su promesa.
Basada en Yuki-Onna, inspiró cuatro años más tarde a Tokuzo Tanaka para maravillarnos con Ghost Story of the Snow Witch, que amplía el relato hasta los 85 minutos cambiando pequeños detalles. El terror de Black Hair deja paso al drama de la mujer de nieve, un fantasma enamorado de un mortal, que construye una vida terrenal sobre la promesa de su amado. Los decorados surrealistas elevan la fantasía de Kwaidan al siguiente nivel.
El tercer relato se titula Hoichi the Earless, y cubre la leyenda popular del juglar ciego Hoichi (Katsuo Nakamura), al que un fantasma (Tetsuro Tamba) acude a recoger noche tras noche para que interprete el Heike Monogatari ante la corte del clan Taira. Cuando el sacerdote del templo (Takashi Shimura) se percata de sus salidas nocturnas, ordena que le escriban un texto sagrado por todo el cuerpo como protección.
Este segmento es el más largo de los cuatro, extendiéndose hasta los 60 minutos. Incluye una representación semi-teatral de la Batalla de Dan-no-Ura, en la que el clan Taira quedó destruido. Seguramente sea uno de los acontecimientos más decisivos de la historia de Japón, y pese a ello no la he visto llevada al cine ni antes ni después de Kobayashi. Lo mismo puedo decir de la historia de Hoichi, cuyo desenlace podría considerarse el clímax de Kwaidan.
El cuarto relato se titula In a Cup of Tea, y muestra la desesperación de un samurai (Kanemon Nakamura) incapaz de beber porque ve una cara en su copa cada vez que se la lleva a los labios. Finalmente decide ignorar al hombre de la imagen, pero tendrá que enfrentarse a las consecuencias de tragarse un alma humana.
La última historia dura apenas 20 minutos y se desarrolla a toda velocidad. Cambia la mágica atmósfera del Periodo Heian por la formalidad del Periodo Edo, aunque la breve introducción tiene lugar durante la Era Meiji. El final abierto que anticipaba el narrador es fiel a la idea de "terror sin fin" de la que hizo gala Hitchcock un año antes en The Birds.
Si tenéis la ocasión de elegir entre la edición de Criterion y la de Eureka, recomiendo la segunda. Sirva de garantía que sumando este título a Silence y Onibaba, es la tercera vez que tomo la misma decisión sin lamentarlo. En Kwaidan encontraréis cuatro leyendas populares inconexas que pueden servir tanto para iniciarse al género como para descubrir su máxima expresión.