Peli ligerita, producción de esas indefinidas que nos suele regalar Japón. No es un pinku, pero hay sexo, no es un chanbara, pero hay sangre y espadas, no es una comedia pero es graciosa...
Normalmente este tipo de combinaciones o se hacen muy bien o sale basura. Bueno, pues en este caso no les ha salido mal. La peli es entretenida aunque poco más. Con alguna que otra alegría para la vista. Cortita como tiene que ser, y con algún expereimento visual. Vamos, que aunque sé que no es una maravilla, me ha caído en gracia.
La historia de la Princesa Sakura forma parte también de la mitología aponesa. En realidad no es la historia de la princesa Sakura (si buscais por ahí, sólo encontraréis el anime ese ñoño, que no tiene nada que ver con la historia), sino la de Shiragiku-Maru, un ayudante de un templo que se enamoró de un monje. Fueron a suicidarse tirándose por un acantilado pero el monje se echó para atrás (saltó hacia el lado equivocado el tío
) y sólo murió Shiragiku-Maru, que se vio reencarnado en la hija de una familia noble de Kyoto: La princesa Sakura.