Aquí sigo completando la cinematografía de Kumakiri.
En este caso me he encontrado con sin duda su película mas irregular pero con matices. A ver, su estilo inconfundible de tonos grisaceos, escasos diálogos y personajes de sentimientos reprimidos al borde siempre de la explosión emocional se encuentra todo aquí, y encima el argumento base sobre unos absolutos perdedores que desahogan su frustración siendo unos cabronazos es indudablemente interesante, pero el problema es el ritmo a trompicones con el que se desarrolla. Quizás la historia necesitaría un tempo mas dinámico del que acostumbra el director ya que al mantener el ritmo pausado característico de su cine, en ciertos momentos se ve obligado a de repente a dar unos acelerones para según que escenas, cuando quizás lo mas idoneo hubiese sido un ritmo mas estable durante todo el metraje. O sea, me gustan las partes "intensas" por separado y aun mas las "pausadas" que ya son marca de la casa, pero juntas dan un resultado demasiado inestable.
Pero en definitiva me ha vuelto a encantar su trabajo en la dirección y su retrato de personajes encerrados en si mismos, pero con el handicap ya comentado producto de buscar un resultado mas dinámico que en otros de sus filmes pero sin perder su espiritu contemplativo característico, que es algo que no consigue lograr de manera totalmente satisfactoria.