Pues que curioso, la película mas famosa de Ryuichi Hiroki y por ahora la que menos me ha gustado. Lo único que la hace excepcional es el tremendo trabajo interpretativo de la Terajima, pero por lo demás ni como retrato de los demonios interiores ni como road movie me ha convencido. Lo mejor y que me salvó en gran medida el visionado es su conclusión, en la que vemos como la obsesión de ella por conseguir que él la amase no tenía nada que ver con conseguir una relación juntos, sino con el verse capaz de que alguién tuviese esos sentimientos hacia ella, y así ya conseguido el objetivo, lo deja y vuelve a su mundo de alcohol y vomitos. Buen punto