Cortometraje basado en un relato del mismo título del escritor, también filipino, Rogelio Sikat (a quién Solito, además, se lo dedica), Impeng negro (o Black nuisance), nos cuenta la historia de un niño negro que ha de sufrir el racismo y la intransigencia de los que le rodean. Y para contar la historia, Solito (recordemos, el director de The blossoming of Maximo Oliveros), recurre al cine mudo, al blanco y negro y a las imágenes punteadas por la música de una guitarra.
La calidad es tirando a lamentable (encima el ripeador, por la resolución, parece que quería lanzarla para móvil, porque vamos...), pero ya sabemos que estas cosas o son así o no son. Sacado de Karagarga.