Al final he aprovechado que la acaban de poner en Filmin. A mi con Hamaguchi me pasa algo muy curioso: no me importa en absoluto lo que me cuenta (quiero decir: me da igual, todo me va bien). Al ver sus películas entro en un estado de conexión total con ellas y se me hacen brevísimas (también, a estas alturas, y después de alabar el último cine Hong Sang-soo una y otra vez, estaría bien hablar de argumentos... eso debe estar ya superado). No me parece su mejor película, pero el final es (aparte de desconcertante) increíble, cinematográficamente hablando. La película tiene una fotografía y una banda sonora magníficas, y bueno, intuyo que los actores no deben ser profesionales (o pocos de ellos). La historia no deja de ser un poco esquemática: una compañía que quiere ganar dinero a costa de montar de cualquier manera un camping glamuroso. Ya desde el primer momento Hamaguchi, que se dedica a filmar a un tipo cortando leña o llenando agua, deja bien claro que lo que interesa es esa relación del hombre con la naturaleza y una especie de ritualización de la existencia. Digamos que vivir en consecuencia. Y en la propia película se produce esa confrontación: la parte de la naturaleza pervive, es orgánica, mientras que la parte del camping no me acaba de funcionar.