Buena película, en mi opinión. Muy entretenida. No es ninguna obra maestra, ni LA película del año 98, pero no aburre nunca y te deja un buen sabor de boca. No esperéis una película de acción porque no lo es. Es una comedia con algo de intriga, ambientada en el mundo de una comisaría de policía, y que se apoya sobre todo en el carisma de sus personajes (en especial de su protagonista).
Como ya han comentado otros compis, la película debe de basarse en un dorama o serie japonesa anterior. Esto se nota en que las relaciones entre los personajes no se delinean durante los primeros compases de la película, sino que se dan por sabidas. Esto, al espectador neófito en la serie, como yo, le supone un pequeño handicap para meterse en la trama. Sin embargo, la sensación dura una 1/2 hora hasta que te haces con cada personaje, su lugar y sus relaciones. Luego es fácil seguir el argumento y disfrutar.
Lo único que no me gusta es la famosa sobreactuación oriental para hacerse los tontos o los ingenuos, que en esta película alcanza hasta al guión. O por decirlo de otra forma: no sólo los personajes sobreactúan al hacer de tontos; es que el propio argumento supone unas tonterías de cuidado. Esto lo considero independiente del tipo de humor, que en esta película tiene sus puntos y en realidad me han hecho bastante gracia. Pero no trago que, por ejemplo, los jefes de policía tengan que ser más bobos que pellizcar cristales. Un jefe de policía no puede ser imbécil ni en una película; o bien estamos al nivel de Loca Academia de Policía, y no creo que quisieran que fuera éste el caso.
A pesar de lo anterior, creo que los actores están muy bien cuando no sobreactúan, y hacen hasta entrañables a sus personajes en las 2 horas que dura la película.
Así que le doy un
Ver alto y la recomiendo para una noche tranquila después de cenar.
Y ahora a ver cómo está la segunda parte.
Por cierto, los subtítulos son magníficos, gracias y enhorabuena a
Bondurant.