¡Esa peña allzinera! ¿Cómo estáis todos? Espero que bien.
Yo, como habréis visto, muy descolgado ahora mismo de las pelis, pero me dio un no sé qué y he traducido ésta. Adjunto a la ficha los subs y un enlace al InFocus de referencia.
Ya sé que sabéis que esta vaina me va mucho, así que pocas explicaciones por ahí. Traducir una de John Torres era casi un deber, porque las suyas son pelis difíciles, muy poéticas; a efectos prácticos, ésta era la más asequible para que el chico, que es uno de los más interesantes de toda esa nueva ola filipina, tuviera un poco de difusión, a ver si alguien más le pilla el punto.
Está lejos de ser una película perfecta —no hablo de la calidad de la producción, que uno ya asume que es lo que hay—, pero es absolutamente fascinante. Hablo de perfección en el sentido en el que es eso lo que se le pide a un producto.
Lukas nino es una obra, no un producto, y como tal, tampoco es que aspire a la perfección. Torres trabaja a golpe de inspiración, con lo que sus obras tienen algo de fragmentario. Tal vez estemos ante la más homogénea, y aun así, la pluralidad de voces narrativas, el montaje, los diálogos sin voz, la superposición de los personajes en los roles de la historia —a veces, Lukas ocupa el lugar de su padre en la composición y a veces Lorena y Melanie intercambian sus funciones—, el hecho de que el director parezca no decidirse por ninguna de las posibilidades, la mezcla de metrajes —hay intercalados algunos
clips de una película de Ishmael Bernal—, que las escenas del casting sean a la postre las que se emplean… todo hace que la narración termine siendo muy etérea, muy inaprensible.
Una leyenda, una alegoría y un casting lo articulan todo. La leyenda ya la conocemos: el tikbalang, esa criatura mitad humana y mitad caballo. La alegoría es el paso de la vida, las decisiones y el abandono: un río hace que quien lo cruce a nado olvide su recuerdo más doloroso y a todas las personas relacionadas con ese recuerdo. El casting es el metraje en sí: el equipo llega a un pueblo y hace audiciones para elegir a los actores de la película que van a filmar. Son esas escenas las que se nos muestran.
Más sobre el casting: vimos en el InFocus de referencia que el
boom digital propició la inclusión de escenas del
makin off de las propias pelis y la realización de documentales, pues el medio se presta mucho a ello. Aquí se hace eso; de hecho, en cierto sentido, la peli es el casting. Y sin embargo, este filme está rodado con película caducada y por tanto barata, no con cámara digital —he olvidado la referencia exacta de dónde lo leí—.
A quien la vea: pregúntate quién es la voz narrativa a cada momento, intenta deconstruir la narración, hacer una suerte de ingeniería inversa para desentrañar cómo ha montado el autor esta obra. Con eso te acercarás mucho a lo que me fascina de Torres.