¡Hola!
Antes que nada, un aviso para
Silien: hace un par de minutos he «blanqueado» una parte de la sinopsis que incluías en tu mensaje inicial de este hilo, del que abajo reproduzco una parte. Es que ese trozo era un absoluto
spoiler que se carga toda la intriguilla de la peli!!!
Son cosas que pasan recogiendo inocentemente sinopsis de por ahí sin haber visto primero la peli
Bueno, y sigo con mi pequeña serie de comentarios a los Kindaichis fílmicos que tenemos disponibles y que he visto. Esta
Akuma no temari-uta / The Devil's Ballad, estrenada el 2/4/77, fue la primera película de Kosuke Kindaichi que vi, sin tener entonces la menor idea de que se tratase del más famoso detective literario nipón. Es la segunda que hizo Kon Ichikawa a partir de una de las novelas de Seishi Yokomizo.
Quienes hayáis visto al menos un par o tres de estas películas de Ichikawa/Kindaichi (Kindaichikawas, podríamos decir
), habréis pensado quizás, si sois malpensados o estabais de mal humor, que hay que ver cómo se repite el tipo este; o quizás habréis pensado como yo, si habéis visto mucho cine japonés clásico, que con estas películas se da una vez más prueba e ilustración del amor de los japoneses a la
repetición con variaciones de una historia ya conocida de antemano. Supongo que esto se debe menos a Ichikawa que al propio Yokomizo. La historia siempre tiene casi la misma estructura: una familia, con multitud de gente, con muchos intereses en juego, en la que se da una serie de asesinatos, casi siempre «artísticos» (con «sello de asesino» variable), una serie a la que se supone que el magnífico detective debería poner fin en seguida, pero que siempre termina por llegar a su término indefectiblemente: el bromista Obayashi, en sus
Adventures of de 1979, se encargará de echar en cara al pobre Kosuke Kindaichi esa incapacidad de poner freno a los asesinatos, e incluso sugerir que él podría tener alguna parte en ellos
Estos elementos, pues, aparecen en todas y cada una de las pelis de Ichikawa con Kindaichi –no es mucho espóiler decirlo, creo–. De las otras sobre el personaje que he visto, la de Nomura (Village...), a pesar de sus idiosincrasias, también cumple, desde luego, con la regla; la única que no lo hace es la de Obayashi, que es un mundo aparte, ya que se trata de un juego libre y un burlón «metatexto» que juega con el personaje y su mundo.
Pues sí, repetición, pero con
variaciones. Y una de las más notables, en esta
Balada del diablo, es la aparición, junto a Kindaichi y al infalible inspector de apellido variable (pero siempre la misma cara en las de Ichikawa: la de Takeshi Kato), de un tercer investigador, interpretado por el gran
Tomisaburo Wakayama, secretamente loquito por la hermosa e inocente posadera, Rika (Keiko Kichi en su bella madurez
). Al papel de Wakayama hacía alusión el comentario de Silien con que se abre este hilo:
Kinema Jumpo la incluyó en su lista de las mejor cien películas japonesas de todos los tiempos (en el puesto 82), y bueno, Ichikawa continuaba su adaptación de las novelas escritas por Seishi Yokomizo y que tenían como protagonista al detective Kosuke Kindaichi (la primera fue The Inugami family y luego vendrían tres más), adaptaciones que le reportaron un cierto éxito. Kôji Ishizaka interpretaba al detective, y bueno, en el reparto nos encontramos con un (parece ser) inmenso Tomisaburo Wakayama (para los despistados, hermano de Shintaro Katsu y protagonista de Lone wolf, actor tremendo).
Otros actores dignos de mención son Mitsuko Kusabue y Hideji Otaki, habituales ambos en esta mini saga de kindaichikawas (en papeles distintos), y el habitual de Ozus varios Nobuo Nakamura, en oscuro papel. De las tres o cuatro actrices jóvenes, imagino que una o un par debían ser
idols del momento, pero en esta ocasión no lo he comprobado.
Quizá sea porque fue la primera que vi, quizá sea por el juego Kishi-Wakayama, pero ésta es una de mis favoritas de Kindaichi
