Bueno, esta película ha pasado totalmente sin pena ni gloria y es bastante sintomático de lo que le pasa a Andrew Lau, director de ha tirado por la bordad toneladas de expectación tras Infernal affairs. Por que sí, de nuevo tras esta película anda él, aunque la dirija Raymond Yip, un camarada de toda la vida, muy ligado a él (suyas son algunas disimuladas secuelas de Young and dangerous). El resultado, pues ni se sabe, porque pocos parecen haberla visto. En todo casi aquí la tenéis, por si quereis aventuraros...