Lan Yu es la tercera y última colaboración hasta la fecha entre Stanley Kwan y el guionista Jimmy Ngai. Esto que podría parecer un detalle trivial no lo es tanto, si tenemos en cuenta que excepto estas tres películas, el resto estaban escritas por Yau-Daai On-Ping, hasta el punto que podemos quizás considerar que cada uno de ellos establece una época dentro de su cine (o al menos un antes y un después). Y si cada uno establece una época, la de Jimmy Ngai pasaría por la "salida del armario" de Stanley Kwan, que en Yang + Yin: Gender in Chinese Cinema (documental encargado por el BFI para conmemorar los cien años del cine) asumía su condición de homosexual. A partir de ahí ambos realizarán tres obras en las que el tema está presente en mayor o menor intensidad: Hold you tight (a través del personaje de Eric Tsang), The island tales (a través del personaje de Gordon Liu) y finalmente, a través de toda una película: Lan Yu.
Lan Yu adaptaba una novela anónima que había ido circulando por el internet chino (más adelante se llegó a editar con pseudónimo), y contaba la relación de Lan Yu, un joven que llega a Pekín para estudiar y busca ganarse algo de dinero prostituyéndose. Así, se encuentra con Chen Han Dong, un empresario, e inician una relación, con sus altibajos. La película contaba en el papel del empresario a un actor que repeterá en Everlasting regret y también en la última película del director (Energy behind the heart, que se estrenará el próximo año), y que ya habíamos visto en otra película china sobre la homosexualidad, en este caso dirigida por Zhang Yang, East Palace, West Palace, o más recientemente, en Red Cliff. Hu Jun había trabajado sobretodo en el teatro, en el que ocupaba un lugar destacado, aunque últimamente se deja querer por el cine.
Y el resultado, bueno, es una película de cámara, pequeña, ligera, sin demasiadas sorpresas ni demasiados riesgos, en la que Kwan parece concentrado en contar esa historia, sin más, con un cierto lado teatral en el sentido que podría casi ser representada en un escenario (o sin el casi). Si bien supone una evolución con respecto a The island tales (o al menos una recuperación de su cine, aquí más coherente, más firme), no deja de seguir siendo una obra menor en su carrera, quizás una película que debía hacer, y que hizo y bueno, ahí está, destacando las interpretaciones de los dos actores protagonistas, sobre los que recae toda la película de principio a fin...
