Pues una película que bien podría pasar por una grabación familiar, con esa tía-abuela de Kawase a la que le hace planos tan cortos que se pasa la peli dándose cabezazos contra la cámara.
Parece un homenaje a esa persona y a la cotidianeidad, con ese plasmar el paso del tiempo observando mínimos detalles de lo que le rodea.
Tiene algo que a mí, sin haberme dejado la sensación de haber visto una maravilla, me ha dejado pegado a las imágenes. Y algo bueno, si no te gusta, por lo menos es corta
(aunque siempre queda la sabia opción de no martirizarse y pasar a cosas que te interesen más).
Ver.
MieMie.