Ay, madre mía, qué peliculón le salió a Derek Yee en su debut en la dirección. Es una película totalmente hongkonesa, pero sin acción. Es un drama nocturno de temática social, en la que un trabajador social y una periodista recorren una deprimente Hong Kong a la busca de los personajes más desheredados y despreciados de la urbe: los enfermos mentales que viven en la pobreza, de los que nadie quiere encargarse y que la mayoría prefiere negar. La película mezcla sabiamente el naturalismo con el estilo directo y desenfadado de los técnicos de la época. No hay atisbo de discurso formal ni de adoctrinamiento moral. Es decir, es una película que da mucha pena y tiene un calado dramático enorme, pero consigue evitar el típico maniqueismo "a la Europea" del cine social más ramplón gracias tanto a su estilo inmediato como a esas explosiones finales de locura y violencia que recuerdan al tercio final de la impactante Love Massacre de Patrick Tam. Y es que pocos cines han radiografiado de manera tan acertada la enfermedad de la locura como el hongkonés... quizás el italiano a través de Antonioni, Bellocchio, Bolognini, etc... pero la mirada hongkonesa parte de la espectacularidad que los técnicos adquirieron en el cine de acción para centrarse en el impacto dramático.
Y la consecuencia, en mi opinión, es una película con un final todavía mejor que el de Love Massacre, aunque quizás no sea una película temática y formalmente tan rompedora como aquella, aunque sí tiene un discurso social/político de gran fuerza (evidentemente habla de la locura, pero también del posicionamiento del resto de la sociedad frente a la opresión y la censura) y muchos hallazgos formales, especialmente en cuanto a estructura, ya que no tiene un hilo narrativo lineal. Lo que hace es contar diferentes historias, a través de los pacientes que trata el protagonista de la historia, aunque claro, algunas tienen más importancia que otras. Se puede decir que las dos principales son las protagonizadas por Paul Chun, en un papel magistral que incluye varios registros y una intensidad enorme; y la de Chow Yun-fat en el papel de enfermo mental con dos hijos y su cuidador Dennis Chan. De nuevo, Chow pasa de cualquier norma y regala otra actuación en la que puede pasar de lo paródico a lo dramático, aquí intensificado al hacer el papel de lunático. Y hay un monólogo de Dennis Chan, en el claroscuro de un callejón, que me emocionó mucho y que por sí solo merecería visionar la película. Pero claro, toda la película está al mismo nivel.
La impresión mejora al verla en bluray. No sé cuál es el criterio a la hora de editar cosas en alta definición (seguimos con películas de Tsui, de Patrick Tam y de muchos otros reconocidos directores hongkoneses en muy mal estado), pero hay que agradecer poder ver estas maravillas en semejante calidad. Los colores y las luces del Hong Kong nocturno maravillan como nunca en este bluray. Echas la vista atrás y piensas en todo lo que has visto en malas condiciones y, al ver esto, no deseas otra cosa que más y más restauraciones.
| Versión: | CHD 720p |
| Duración: | 92 minutos |
| Vídeo: | x264 1280x680 23,976 fps 7439 Kb/s - AR: 1.85 (BluRay) |
| Audio: | Mandarín AC3 5.1 640 Kb/s
Cantonés (VO) AC3 5.1 640 Kb/s |
| Subtítulos: | |
| Enlaces: | (4,77 GB) |
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