La película en general no me ha gustado, demasiados diálogos un tanto trillados, situaciones, comportamientos y actuaciones poco creíbles, irregulares, alguna incluso diría que floja. Algo que, a mi juicio, lastra bastante produciones tan minimilistas como éstas, en las que la economía de medios hace que no haya otras distracciones en las que centrarse. Rescataría los últimos 15 minutos de la película que sí que me parecieron brillantes, y no sólo por la certeza de que estuviese acabando.
Pero en definitiva, de las que he visto suyas, que no son demasiadas, a pesar de su dilatada filmografía, es la que me ha dejado sensaciones más encontradas y sólo por ese brillante repunte final, si no directamente la hubiese aborrecido.
La escena del taxi no me disgustó, pero no me hubiese compensado todo lo anterior, el final de la peli, sí.
Recuerdo haber leído a un allzinero (
acbarra) que comentó un cierto
afrancesamiento de algunos directores asiáticos. Con HSS, lo que he visto, parece una constante o es muy evidente. Y, si lo pongo en comparativa con alguno de los directores clásicos de lo Nouvelle Vague, creo que no queda muy bien parado.