Cheung Chang-Chak no trabajará mucho para la Shaw Brothers. Taiwanés, su carrera se limitará a siete películas en la primera mitad de los setenta (en los números de la productora hongkonesa, esto es lo mínimo), pero entre ellas ofrecerá alguna obra más que interesante, como por ejemplo ésta, The Casino, en la que nos ofrece una película pequeña con un argumento conocido (un hombre llega a una ciudad, pone patas arriba a las "fuerzas locales" y las "fuerzas locales" le intentan poner patas arriba a él), pero que ofrece algún que otro elemento distintivo que la convierten en una pequeña sorpresa. Su manera de filmar (algún que otro suntuoso movimiento de cámara), su sentido del color (algo diferente a lo habitual, pienso) y, sobre todo, un toque atrevido y, porqué no decirlo, algo gore en las coreografías (cosas como monedas que se clavan en la cara con primeros planos recreativos), le confieren un algo especial.
El guión es de Ni Kuang, sin duda uno de los mejores y más prolíficos guionistas de la Shaw, y el protagonismo es para Yueh Hua (una de sus estrellas, pero siempre a la sombra de otros) y la deliciosa Lily Ho Li-Li, además de encontrarnos con un malvado de lujo, el recientemente fallecido Sek Kin, cuyas miradas son realmente difíciles de olvidar.
Todo ello junto ofrece un buen momento de diversión que no defraudará a los seguidores de la Shaw.
Con esta película comenzamos también una sesión doble dedicada al juego, un tema muy querido del cine hongkonés (sobre todo en su variantes "mahjong"), una sesión doble también de la Shaw Brothers, que sin duda será muy orientativa de los fórmulas de esta especie de subgénero, pero que también nos mostrará como aún en las fórmulas más encorsetadas el cine hongkonés no dudaba en encontrar (y emplear) curiosos puntos de ruptura (aunque eso lo veremos más en Gambler's delight).
Pues eso: disfrutadla.
