Recomendable drama de Yamada, aunque de lo que llevo visto suyo me ha parecido de lo más flojito. Aún así ya quisieran muchos rodar a día de hoy como lo hace este hombre. Kabei desde su titulo inicial no deja de recordarnos al cine de Ozu, una historia de personajes muy bien desarrollados en esta historia de una madre contra las adversidades y la separación de su marido para sacar adelante a sus hijas, las únicas razones que le dan sentido a su vida. Formalmente es una delicia, rodada casi en su totalidad en interiores con una fotografía preciosa y derrochando clasicismo por los cuatro costados, además de gran parte de escenas rodadas en estudio con mucho encanto. En este aspecto me recordó a Madadayo de Kurosawa, que recurría mucho de rodar exteriores en estudio déndole un toque único. Las actuaciones son muy correctas, destacando el personaje interpretado por Tadanobu Asano, un joven patoso y sensible al que acabas cogiendo cariño.
Aún así hay cosas que no me han convencido. Sobraba alguna escena rozando la lágrima fácil (como la de Asano poniéndose a llorar cuando van a ver al marido de Kabei), aunque Yamada sabe manterner el tipo con maestría. También ciertos toques de humor me sacaban un poco de lugar, parecían metidos con calzador y no con fluidez dentro de la historia (Ozu esto lo conseguia con una naturalidad pasmosa sin que chirriara). Los anteriores quizás sean aspectos menores pero lo que peor sabor de boca me ha dejado es el tramo final de la historia, muy precipitado y fuera de lugar con el tono de de toda la película (Me parece poco sutil para venir de Yamada que cuando llega el soldado a informar de la muerte de Yama a Kabei, en vez de contarlo todo dialogado dejando lugar a la imaginación del espectador veamos escenas de Yama en el barco y su hundimiento rodadas torpemente que se nota a leguas que son en estudio y desentonan mucho con la sobriedad e intimismo que estaba teniendo toda la película, creo que Yamada se recrea demasiado y muestra más de lo que debería). Y la parte final que se desarrolla en la época actual no me ha convencido mucho, demasiado sensiblera y fuera de lugar.
Aún con todo es una buena película, rodada con ritmo y sobriedad pese a sus pequeños baches por una leyenda del cine japonés de la que se agradece que en pleno siglo XXI nos siga regalando películas tan auténticas y llenas de sentimiento de las que casi ya no se hacen. 7/10