Gracias a Danyyyy.
Un film que se podría dividir en dos partes; una primera, que resulta bastante tediosa y repetitiva en sus conceptos (trabajos manuales, las mismas charlas en las comidas, el mismo discurso del jefe una y otra vez). Sin embargo, la segunda mitad resulta bastante más cautivadora; donde todo esos desenlaces de cada uno de los personajes van tomando direcciones distintas. Y donde ese final resulta brutal. A destacar la excelente fotografía, así como las recreaciones del horno y como viven los trabajadores; y sobre todo, el juego y encuadre de cámaras que recuerdan sutilmente a veces, a Bela Tahr. Un aprobado alto.