En fin, es cierto que rebosa pretenciosidad estilistica, lo cual para mí no es necesariamente malo, pero narrativamente, se basa en premisas que no explica ni de soslayo, carece de un guión más robusto sobre el que construir las piruetas visuales, las cuales ya justifican la visión, pero me parece inocente considerarla una obra maestra (a no ser que todo el mundo se haya convertido a la secta de Walter Pater y yo siga así, sin enterarme).
Si hubiese querido hacer Satoshi Kon algo tan ligero que cupiese en 1h30 y te dejase tan vacio y perplejo, unas elipsis a tó trapo (que aprenda de Serpientes en el Avión,
) hubieren resuelto este espectáculo de una forma más honesta. Pero todas esas piruetas argumentales, acaban siendo truquitos para que parezca que hay algo donde sólo se esconden los complejos y la carencia de recursos de Satoshi frente a sus antepasados (Sandman, Ghost In The Shell, Matrix... ¿?) después del gran acierto que fue su Tokyo Godfathers.