jidaigekipedia.comAsalto al poderEiichi Kudo (al que muchos conocerán por
The Thirteen Assassins) dirigió en 1980 esta película de ninjas con un plantel de actores en el que tan solo destaca Ken Ogata. Comienza la historia justo donde la dejaba Fukasaku en
The Shogun Samurai; con la muerte de Iemitsu Tokugawa, que aquí sí se ajusta a la versión oficial de los hechos.
Sinopsis: tras el fallecimiento del Shogun, sus principales vasallos, Lord Abe, Lord Hotta, y Lord Matsudaira, le siguen a la muerte. Pasado un tiempo se descubre que el último de ellos sigue vivo, y que además pretende usurpar la posición del heredero Ietsuna. Para alcanzar su ambicioso objetivo cuenta con la ayuda de los ninja de Koga, que harán de escudo frente a los hermanos Hanzo y sus hombres de Iga.
Voy a intentar poner en situación el contexto histórico y los personajes que intervienen. Estamos en el año 1651, era Keian, y entre los regentes nombrados para gobernar el país en lugar de Ietsuna están Tadakiyo Sakai (Sakai-sama en la película), Masayuki Hoshina (Lord Aizu), y Nobutsuna Matsudaira (con toda probabilidad el malvado Lord Matsudaira). También aparece Lord Mito, que por la fecha debió de ser el fundador del clan, Yorifusa Tokugawa. No he encontrado nada referente a un intento de golpe de estado durante la infancia de Ietsuna, así que supongo que todo el argumento de
Shadow Warriors es pura ficción.
Eiichi Kudo sitúa como protagonistas a dos Hattori Hanzo, el hermano menor y el mayor. En los registros se menciona a varios hombres que tuvieron ese nombre, pero aquí se dice que son hijos del más conocido, del maestro de la lanza y la estrategia que servía a Ieyasu Tokugawa. Las dos facciones en las que se han dividido se unen provisionalmente para enfrentarse a sus archi-enemigos del clan Koga. El protagonista, en cualquier caso, es el menor de los Hanzo, y sus seguidores son un grupo de ladrones que se dedican a vender las mercancías que roban. Por la noche visten el atuendo ninja característico, que en su caso se diferencia del de Koga tan solo en que es un poco más oscuro.
Las coreografías de los momentos de acción no son nada del otro mundo. Se pone mucho empeño en hacer una puesta en escena bonita, pero no demasiado en la elección de cámaras y el uso del espacio. Destaca una escena larguísima en la que el director utiliza a sus actores como jugadores de rugby que tratan de rebasar la zona defendida por el clan contrario.
A mi parecer
Shadow Warriors es demasiado larga. Casi la mitad del metraje no aporta nada a la trama y es perfectamente prescindible. Al desarrollo le falta ritmo y tiene tantos altibajos que no he podido engancharme a ella más de veinte minutos seguidos. Creo que sólo la recomendaría a los fanáticos de los ninja.