Muy, muy buena, a la par que muy dura (o yo soy muy flojo
).
Y lo que la hace tan dura (para mí), es que no se queda en una historia que hace del entorno, del sistema, la causa del sordo desquiciamiento de los personajes, de la desesperación aceptada como suerte de destino, sino más bien al contrario, es el interior, lo más profundo de la naturaleza humana, lo que causa esa decadencia. Ese parecer, que es el impasible y arrollador aleteo del dragón, de un país en brutal desarrollo, que lo quema todo a su paso en pos de no sé que progreso como bien superior, es adorno y apoyo, para describir el interior del individuo. Y encima con la magia de una narrativa escasa, es como si los personajes fueran transparentes a la hora de entender sus circunstancias. Y esto es lo que la hace romper la barrera geográfica, para dejar de ser una historia dura en China, y de chinos, para convertirse en reflejo de la existencia de cualquiera allí donde fuera, ya que se trata de un viaje al interior de la naturaleza humana. ¡Vaya!, para no enrollarme y como imagen explicativa, lo que me llega de la película , y sobre todo de la interpretación, y en especial de la de la protagonista, es que todos somos como una cebolla
, compuestos de capas, y las que más hacen llorar, las más sórdidas y chocantes, están en el corazón de la misma. Llegar al mismo es solo cuestión de circunstancias, y quizá no sean las más determinantes las externas, sino las internas para afrontar las otras.
No solo hay que vivir situaciones como la de gran parte de la sociedad china, para aceptar que lo que depara el devenir trágico de los acontecimientos pueda ser mejor que la existencia alienada como rutina. La película lo expresa de forma brutal al final de la misma.
Que fuerte, pero que directo, la escena del carro, ¿es peor lo qué me espera que lo que tengo?, a que huir, ¿qué me diferencia del animal que se resigna, que rompe el ciclo?.
Pero bueno si al final voy a deprimirme hasta yo
. ¡Ah!, pero que pasa con ese final. Yo que declaro mi propensión a los finales cerrados y felices, quiero ver en este que no hay que asustarse, que en el corazón de la cebolla también coexiste lo mejor del ser humano, y también puede hacer llorar de alegría. Y esa es la lucha a la que todos quizá tengamos que hacer frente alguna vez, por eso esta película me ha parecido tan cercana. Así que sin más, que ya es demasiado, me voy
.
Imprescindible
.