Pero ¿esto qué diantres es? ¿Una fumada producto de una mente desequilibrada? ¿Un experimento de nueva narrativa que los simples mortales no somos capaces de comprender? ¿Un capricho sideral de un director malcriado? ¿Una broma estúpida a costa de todos los espectadores?
Esto es un sindios que no hay por donde cogerlo. Efectivamente, empieza medianamente bien, pero a los 15 minutos el guionista se fue a por tabaco y no volvió. El resto del personal miró en el cuarto de los trastos y decidió emplear todo lo que había por allí sin ton ni son. Y todavía podía tener alguna gracia si le hubieran puesto ganas y talento, pero ni eso. Todo se hace muy lento, pesadísimo. Ni siquiera las escenas de acción son buenas, ni por mediocres pasan. Son malísimas. Perro Loco habrá cobrado por "actuar", no por coreografiar. Y lo peor es que dura casi 2 horas de friquería y lisergia.
El de fotografía se había ido antes de empezar el rodaje, por cierto, y los 5 primeros minutos apenas se ve nada. La imagen es oscurísima y no les ha importado un pimiento. El del montaje empalmó los cachos de toda la película sin mirarlos, al tuntún. Solo se preocupó de que las cosas verdes estuvieran en la última media hora. Y los actores... por dios los actores, en humor amarillo en la Tele5 de los '90 estaban más concentrados y parecían más auténticos.
Y a todo esto, Takashi Miike firmando el asunto. El mismo de la magnífica 13 Samurais, que se dice pronto. El mismo de la entretenida As the Gods Will, solo un año antes. Tío más irregular no se puede encontrar en el mercado, y aun así sobrevive y sigue dándole a la manivela de la masa. Lo que habría que saber antes de ver nada es si le apetecerá freír churros o porras en cada ocasión.
Huid y no perdáis 2 horas de vuestra vida, con la cantidad de películas buenas pendientes de ver que tiene que haber por ahí.