Sinopsis: Un taxista psicópata se dedica a matar prostitutas y mujeres de “moral relajada” por las calles de Hong Kong. Su parecido físico con Ah Tin, un tipo normal que trabaja en una compañía de embargos, hará que la policía persiga al sospechoso equivocado. Ello obligará a Ah Tin, junto con su prima Wawa, una muchacha inocente recién llegada del pueblo, a perseguir al verdadero psicópata para probar su inocencia.
Estamos ante una comedia bastante entretenida dirigida por Ricky Lau. Dudo que haya alguien que no haya visto alguna comedia de Ricky, sobre todo alguna de las 4 películas de la saga “Mr Vampire”. Su especialidad es la comedia, siempre sazonada con un poco de acción. Su carrera, sobre todo en los años ochenta, casi siempre ha estado vinculada a Sammo Hung, con el que trabajó como director de fotografía para dar luego el salto a la dirección. Es, como muchos, alguien que ha estado bajo el paraguas protector de Sammo, dado que el gordito es de vital importancia para entender en gran parte el cine de Hong Kong (especialmente desde el punto de vista de la acción).
El principal reclamo de la cinta es sin lugar a dudas la guapa (y contundente) Moon Lee, explotando aquí toda su vis cómica (mención especial a su escena de seducción en la discoteca). Resulta encantadora en su papel de paleta de pueblo inocentona que llega a la gran ciudad, al más puro estilo Paco Martínez Soria. Que sea un alma cándida no significa que esté indefensa, pues tiene sus momentos de lucimiento repartiendo hostias como panes, como ha demostrado en tantas y tantas películas de acción. Como partenaire tiene a Alfred Cheung, que se desenvuelve a las mil maravillas en el género cómico. El papel de psicópata lo interpreta Cho Wing, un excelente especialista y coreógrafo, miembro del grupo de especialistas de Sammo Hung y que también ha trabajado junto a otros directores de acción como Tsui Siu-Ming, al cuál podemos ver en un pequeño cameo como policía en la escena del tiroteo contra Yuen Wah y sus sicarios. Y si nos ponemos a hablar de cameos, los hay a punta pala: Richard Ng como taxista; Wellson Ching haciendo de otro taxista; Barry Wong como cocinero; Corey Yuen como marido cabreado. Incluso el matrimonio en la vida real formado por Chin Siu Ho y Sharon Kwok tiene una pequeña aparición como pareja policial que escolta a Moon Lee a casa de su abuelo.
La película juega con el parecido físico entre Cho Wing y Alfred Cheung, pues es cierto que se parecen bastante, siendo el eje de la trama. Ese parecido físico es el que da pie a que Cho Wing doble a Alfred Cheung en la escena del interrogatorio en la comisaria en la que atraviesa un cristal (tampoco es que a los hongkoneses les haya importado jamás poner a alguien que no se parece en nada a la persona a la que dobla en una escena de acción). Además de la parte cómica, también hay algunos momentos de acción. Escasos y no muy destacables, pues las coreografías, aun siendo Cho Wing el director de acción, no son el punto fuerte de la película. Eso sí, a destacar la escena del salto desde un segundo piso a una furgoneta aparcada en la calle, realizada por los especialistas sin nombre (al menos que se sepa), stuntmen que se jugaban la vida en este tipo de escenas y que no recibían (ni reciben) el crédito que se merecen.
El tramo final es bastante divertido, derivando hacia el slapstick en la escena del apartamento, en un ejemplo típico del “sálvese quien pueda”. Pero por mucha comedia que tenga la película, hay que decir que empieza como una Categoría 3 en toda regla, con una escena bastante fuerte (aunque no se ve nada), con degollamiento, arrancada de lengua de un bocado y lluvia dorada sobre el cadáver. Vamos, un principio que haría las delicias del Anthony Wong más desquiciado.
Lo dicho, “The nocturnal demon” es una comedia para pasar un rato divertido, con poquita acción, y que los fans de Moon Lee (entre los que me incluyo) seguro que disfrutarán bastante.
