Bueno, me gustó más de lo que esperaba, porque aparte de contar la vida de este señor que tenía que ejecutar la pena de muerte disparándole con un rifle a los presos, muestra esas escenas, fuertes, sobre cómo eran las cosas, y también se juega mucho con el dilema moral y budista que le representaba a nuestro protagonista. Para mí, Imprescindible.