Otra joyita de Lau Kar-leung
.Al principio no tienes muy claro hacia donde va a ir la trama y parece ser una peli de la Shaw más pero en cuanto Gordon Liu llega al templo shaolin alcanza un nivel impresionante. Me ha encantado como va evolucionando el personaje de Liu conforme va aprendiendo y superando las pruebas de las 35 cámaras hasta convertirse en maestro. Está parte está magistralmente contada sin que te deje con la sensación de querer ver más con sus pequeños toques de humor que la hacen más amena. Las coreografías son buenisimas, hay para todos los gustos.
Otra obra maestra de su director y de los mejorcito de Gordon Liu junto a
Eight Diagram Pole Fighter. Tiene más que merecido su puesto como una de las mejores películas de artes marciales de la historia.
9/10