La película fué la "película del año" en Taiwan, en donde ganó los premios a "mejor película", a "mejor actriz protagonista" para la gran Kara Hui y el de "mejor actriz secundaria" para Vicky Chen, una niñata de 14 años que no lo hace nada nada mal.
La película está muy bien, bárbara incluso en sus mejores momentos, principalmente su primera mitad que es en donde la obra muestra sus mayores singularidades, un thriller contado con esa estética colorista y arty tan característica del cine taiwanés, con un guión singular y un resultado que a mi me ha remitido por momentos a los thrillers de Park Chan-wook. Pero en la segunda mitad la película se centra en la temática criminal y se vuelve más sobria, totalmente defendible también pero en donde yo eché de menos el tono menos dogmático anterior. Otra cosa es el final. Aunque soy de los que muchas veces se quejan de la excesiva duración de gran parte del cine actual, en cambio a esta la película le haría falta unos 15 minutos/media hora más. Se queda pendiente mucha historia por contar y cuando llega la conclusión me quedé en plan "¿ya está? ¿y que pasó en esos 20 añazos que no nos han contado".
Por otra parte, solo por estar protagonizada por una Kara Hui que luce las mejores arrugas que he visto en decenios debería llevar incorporada la etiqueta de "must see". Es de largo una de las actrices que más disfruto viendo en una pantalla. La verdad sea dicha, todo el trío femenino protagonista está realmente bien.
Pues eso, de las que hay que ver.