Autor Tema: Letter From A Yellow Cherry Blossom (Naomi Kawase, 2002)  (Leído 3832 veces)

Desconectado cora

  • Yonkyu
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Letter From A Yellow Cherry Blossom (Naomi Kawase, 2002)
« Respuesta #30 en: 20 Marzo, 2013, 22:32:38 »
Completada. Muchas gracias  OK

Desconectado margarito23

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Letter From A Yellow Cherry Blossom (Naomi Kawase, 2002)
« Respuesta #31 en: 08 Noviembre, 2014, 22:09:39 »
de donde puedo bajar este documental ?

Desconectado anikiba245

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Letter From A Yellow Cherry Blossom (Naomi Kawase, 2002)
« Respuesta #32 en: 29 Noviembre, 2017, 21:13:42 »
Vista ayer.
La vi con Miss Fang en la cabeza, los primeros minutos fueron una pelea para olvidar a Miss Fang y dejar de jugar a la comparación.
Se hace difícil hablar de una película así, tan anclada en lo sensorial, o en lo sensitivo mejor dicho.
La película es un diálogo entre Kawase y este señor que está muriendo, ella le expresa unos cuantos miedos, él responde. Ella lo acompaña.
Lo sigue de cerca. Hay algo envolvente y desbordante en la experiencia de este documental, y creo que el sonido tiene mucho que ver. El mismo es utilizado a veces con pudor, digamos, en cierto momento en que el señor enferma, sube el sonido ambiente, tapando parcialmente los carraspeos de este hombre.
Un momento duro, pero que por efecto de ese trabajo con el sonido, logra ser algo más que un momento duro. Los sonidos del parque mezclados con los digamosle estertores de este hombre, me hicieron pensar en aquello de que la muerte es parte de la vida y no un antónimo de la misma. Aunque Kawase sí hace una comparación vida=sonido muerte=silencio. El documental termina y empieza con el entierro de su retratado y en ambos momentos, hay imagen, pero no hay sonido. El resto del tiempo, hay texturas y texturas de sonidos superpuestas.
Pero bueno, se (me) hace inevitable, no pensar en Miss Fang, así que cedo. Creo que el trabajo de Kawase es superior en cierto sentido al de Wang Bing.
También es cierto que WB logra estar presente, ser los ojos pero no interviene más allá, Kawase por su lado habla, interactúa más directamente.
Pero luego, sí, hay algo similar en la manera de aproximarse, se acerca al moribundo, cuando retrata a la familia parece tomar una distancia mayor. Detalle en el que son idénticos ambos documentales. Cuando lo que se retrata no es el protagonista, la cámara toma distancia.
En fin, le puse un imprescindible. Es una película para ver con el cuerpo (como casi todo el cine de Kawase)