A ésta la tenía en la lista de hacerle ficha pero, oh que desgracia (
), sanfulgencio se me adelantó. Comentémosla, pues.
Si alguien se molesta en leer comentarios sobre la película notarám que TODOS tratan sobre el asunto de la "sorpresa" que se guardan los últimos cinco minutos. ¿Que si estoy spoileando con este comentario? Pues va a ser que no, porque nada mas empezar la peli aparece un bonito mensaje del productor pidiendo a los espectadores que no le cuenten a nadie la "sorpresa". Pues vaya "sorpresa" cuando se publicita tanto, digo yo. Y malos tiempos para la lírica, que decía mi paisano Coppini.
Yukihiko Tsutsumi es un director bastante poco encasillable, capaz de grandes "blockbusters" como
20th Century Boys o
Spec , como de obras mucho mas personales como
Egg o
2LDK, y ésta que nos preocupa se podría situar mas cerca de las segundas que de las primera.. o no. Y es que la única forma que se me ocurre de definir a la película es como "ejercicio de estilo", y todo por esos ya famosos últimos cinco minutos. La cinta es como uno de esos chistes muy muy largos que sabes que la gracia se encuentra al final, y es que ese final cambia tan completamente el sentido de lo que se acaba de ver que hasta hace dudar del género en el que situar la peli. La película antes de eso es un drama romántico tratado de manera pesimista que de por sí resulta interesante, hasta que llega el final y se te queda cara de tonto al ver con que habilidad (y facilidad) el director manipula la interpretación que hace el espectador de la película y sus personajes, y en ese sentido tengo que reconocer que me ha parecido un troleada (porque es lo que es, una troleada) genial. La base de todo es como maneja al personaje de Atsuko Maeda, esa muchacha bellísima y encantadora como un angel maltratada por el cabronazo de su novio protagonista.. y hasta aquí puedo leer que no quiero caer en el spoiler si es que aun no lo he hecho.
Por cierto, a mi la estructura de esa "broma final" me recuerda bastante al de
Fish Story, no se si por casualidad o por influencia directa.
Pues eso, una película de cinco minutos con un prólogo de casi dos horas. Lo dicho, un ejercicio de estilo en toda regla.