Este muchacho, Kurando Mitsutake, me está empezando a intrigar como director. A cogido un género tan poco dado a las sutilezas como es el cine de accción hyperviolento y de coartada gore desde un concepto que no voy a ir tan lejos como para llamarlo "autoral" (¿aunque porque no?), pero si lleno de matices en cuanto a fotografía, planos u otros recursos de caracter estético absolutamente inhabituales. Ya lo había notado en su anterior
Gun Woman, aunque en aquel caso quizás ensombrecido por la presencia de quizás la mejor Asami de la historia, pero aquí y sin esa presencia apabullante (Asami sale, y hermosa como la Diosa que es, pero en un rol bastante menos estimulante) ese querer digamos "hacerlo mejor" me parece mucho mas evidente y conseguido. Eso sí, las cosas en su sitio, el guión sigue las normas acostumbradas de complejidad del género, u sease, simpleza absoluta. Y esto lo digo como un cumplido, ojo.
Director por mi parte a seguir.