Pues sí, buena película, o incluso muy buena si no nos ponemos señoritos. Con solo dos escenarios (la salita de espera y el fornicatorio) y un espacio temporal limitado (una noche) el Daisuke se monta una película de esas que parecen sencillas pero tienen mas matices de los que puedan parecer. Los chispazos de humor son muy graciosos, la caracterización de los personajes no está nada mal y el complejo de relaciones que se monta entre los participantes en la orgía me pareció afilada y bien matizada. La verdad es que me pasé un momento bárbaro viéndola, lo cual ultimamente no suele ser lo habitual. Buena cosa, digo yo.
Eso sí, que Yoko Mitsuya no enseñe ni un miserable pezón en toda la película me pareció una imperdonable falta del respeto hacia el espectador.