Pues nada, ya tenemos aquí la última película de Shinya Tsukamoto. Es más, ya tenemos aquí una de las películas del año (pasado).
La verdad es que como amante del cine de Tsukamoto (destacando Bullet ballet y Tokyo fist), me ha alegrado especialmente esta película. Es como si volviera a algún punto perdido, como si retomara toda esa fuerza, todo el poder de sus imágenes (que no consiste en mover la cámara al tuntún y excesos de sonido, como parecía), y los devolviera a través de Kotoko, película sobre una mujer que ha perdido la cabeza y que con ello perderá a su hijo, en una película en la que nunca sabemos muy bien, al igual que ella, qué es real, qué no es real.
La película podría calificarse de una obra a cuatro manos. Cocco, la actriz protagonista, es también de quién parte la idea original, coguionista y escenógrafa, además de cantante (que es su profesión, por otro lado... y ya veréis que la música tiene su papel en toda esta historia), mientras que Tsukamoto, como es habitual en él, hace todo lo demás o casi, incluido interpretar.
Así, la película es todo intensidad y violencia (física o psicológica), y el director japonés rueda como hace tiempo que no le veíamos, con una precisión y una justeza notable. Y si queréis una escena memorable, ahí está la del "paso al vacío" de Kotoko.
En fin, una de las películas que habrá que tener en cuenta, muy en cuenta, para los premios Allzine. Sin duda.
La distribuyo
.