Mmm, esta y la siguiente, o sea las partes 2-3, las vi inmediatamente después de la primera, pero comentarlas me daba pereza. De hecho me la sigue dando. Sigue habiendo desvíos gordos con respecto al anime, pero lo que en la primera no me importaba va de mal en peor en estas dos últimas partes. En esta, la dos, ya no recuerdo qué era. Me parece que era la incongruencia en esta peli de la historia de Aoshi ex-líder de los oniwabawan. Aquí en la peli el tío se la tiene jurada a Kenshin desde el final de bakumatsu (1868), estamos en 1878 y Aoshi ha cultivado serpientes de resentimiento durante diez largos años. (En el anime esto es completamente distinto y la manía surge en el mismo 1878.) El problema es que esta nueva versión de la historia no encaja con la relación de Aoshi con Misao, la ninjachica oniwaban. Ella, adolescente semienamorada de él, le ha echado de menos desde que surgió aquel resentimiento... es decir, hace diez años. ¿Perdón¿ ¿Ella no se supone que tiene 16? ¿O sea que se enamoró de su Aoshi a los 6 años y desde entonces llora su ausencia? No encaja mucho, no..., ni que invoque uno al «bueno» de Procrusto lo logrará. Otra pifia gordita, pues.
Otra cosa que no me ha gustado es el papel de Kaoru, y su ñoñería. Entre que la actriz es insoportable, que su papel en esta peli es ridículo (hace de pepito grillo y de dama en apuros) y que es la que jode las escenas de acción (como es instructora de kendo, la ponen a pelear, pero es mala, mala, maaaaaaala), casi mejor que se la hubieran ahorrado y la hubieran relegado a los minutos iniciales, porque en realidad no aporta nada.
Es que el papel de Kaoru en esta saga está como muy echado a perder, ya en la presentación del personaje en la primera, pero peor, como apuntas, en las siguientes. En el anime, en cambio, ella es el alma de la serie, el ancla, el vínculo que todo lo enlaza; incluso es la cantante de Judy & Mary con sus pecas (o sobacazos). Sin Kaoru no hay Kenshin; no el de la serie de anime. En estas pelis live action es un personaje decorativo, como el de la chica médica interpretada por Yu Aoi. La actriz no me pareció insoportable (mucho me temo, pazgua, que eso lo arrastras de otras pelis... yo como no conozco la actriz de nada más, pues ni fu ni fa), la cosa es que, como dices, el papel es ridículo.
Aquí la ponen a luchar, en efecto. Con una lanza con su hoja y hale, a cortar maletes. O sea, otra traición al anime (y supongo al manga), ya que Kaoru es defensora a muerte (valga la paradojajajaja) del no matarás. ¿De qué me va a empuñar una lanza como esa? ¿Sólo porque el guionista ha recordado en el último minuto que, en las pelis modernas bien yankificadas, las chicas son (o han de parecer, al menos un rato) guerreras?
En cuanto a su habilidad (la de la actriz) chambaril, bueno, ejem, creo que en la historia del chambara hubo algunos murciélagos carmesí que no lo hacían mucho mejor... En todo caso, eso más es culpa del coreógrafo y/o el director. Si hay ganas, la escena se repite y se repite hasta que salga. Que le pregunten a Fred Astaire: buen látigo, Ginger..., no hay más