Es una pena que la calidad de imagen de la copia disponible sea tan pobre ya que esta película merece ser vista con la mayor nitidez posible para poder admirar la gran belleza de los arrozales y paisajes mostrados; pese a esto, decir que de documental tiene más bien poco, la película se presenta como un drama de corte realista y costumbrista, pero no hay dramatización ni ninguno de los otros elementos que definen a los documentales, es simplemente un drama sobre un puñado de campesinos que, como tantos otros en Tailandia y otros países del sudeste asiático, trabajan las tierras de otros a cambio de bien poco (la supervivencia, quizá, entre otras cosas).
Hay también un trasfondo de crítica política a la inestabilidad del país y a la corrupción de su supuesto sistema democrático, pero pese a todo no deja de ser un drama directo y sentido sobre dos familias y sus miserables vidas en el campo tailandés.
Dura, nada edulcorada, pero hermosa y reveladora al mismo tiempo. Para mí un imprescindible.