Segunda y por ahora última película de
Hiroshi Shimizu, ex-ayudante de dirección de un tal Beat Takeshi y que unos años antes debutara con
Suicide Bus.
Historia de tres absolutos perdedores sin oficio ni beneficio, mezclando como en su anterior película comedia y drama a partes iguales.
Personalmente me ha gustado más que su debut, aunque solo sea por la impagable presencia del majareta de Suzuki Matsuo.
El trailer