¡Esos allzineros en plena reinserción social!
Bueno, peli vista, y el suflé se desinfla un poco. Eso sí, Kôji Yakusho sigue siendo un monstruo capaz de aguantarlo todo, qué tío: aquí aguanta toda la película, y Miwa Nishikawa sabe lo que se trae entre manos, porque hay muchos movimientos de cámara que empiezan o terminan en un primer plano de la cara de Kôji, como debe ser.
Además de él, los puntos fuertes son los dramáticos y más lacrimógenos: esa escuela de drama personal con sordina, con algo de amortiguamiento (eso que la directora domina tan bien desde sus años con Kore'eda); la sencillez de la historia, que se toma su tiempo; un estupendo repertorio de secundarios (tanto los personajes como sus respectivos actores); y una crítica social contenida pero permanente.
On the other hand, el punto débil es que Miwa no termina de conseguir el contrapunto de humor, y eso que lo busca, sobre todo en la primera mitad de la película. Hace bien en buscarlo, porque ese contraste habría potenciado mucho el resultado final, pero ahí no se da demasiada maña. Una tutoría con Takeshi Kitano sobre cómo explotar la situación de un yakuza fuera de contexto le hubiera venido de lujo.
Así, hay buena parte de la película que pasa sin pena ni gloria, con una colección de situaciones cómicas mal resueltas (o no del todo aprovechadas), y como consecuencia la cosa se alarga demasiado.
Con todo, el resultado final es bueno, la peli mola, pero uno tenía expectativas que no se han visto completamente satisfechas (igual es la edad, que me vuelve intransigente). Conclusión: un "ver" en la encuesta.
La otra mala noticia es que finalmente los subs ingleses son malos; cuando la pinché, caí en momentos engañosos que me hicieron pensar que estaban bien, pero anoche me llevé un chasco.
Como sea, no influye mucho: no es una película de diálogos. Así que la semana que viene me pondré con la traducción y si en ese tiempo han salido unos subs mejores, perfecto, y si no, pues tiraré con estos.