Aunque ya hace meses que la he visto se me quedó ahí, enganchada dentro, y me parece que hasta que la comente no me la quitaré de encima, así que allá vamos.
Evidente que lo primero al plantarte delante de ella que reclama toda la atención son los nombres de Doyle y Carina Lau, y la vi concienzado de abstraerme de esas dos figuras, sobre todo la del primero por lo que suele influir en las obras en las que mete mano.. pero resulta imposible. El problema que tengo para considerar que estamos ante un prodigioso debut de una nueva directora es él, ya que su trabajo lo inunda todo, y me resulta inmposible discernir lo que es mérito de él y lo que de la directora. En este caso la fotografía busca menos lo artístico que en otras ocasiones, pero precisamente por eso a mi me resulta incluso mas abrumadora y absolutamente acorde con lo que intenta transmitir la historia (¿o será al revés?). Y lo de Carina debería enseñarse en clases de interpretación en el apartado "construcción de un personaje". Es tremendo observar como poco a poco y gesto a gesto consigue que como espectador sea imposible no empatizar y conmoverse con esa ricachona repentinamente en la ruina y que de forma lenta pero imparable va siendo abandonada por todos los que la rodean, aunque aquí si que no le voy a quitar méritos a la directora que algo tendrá que ver.
Bueno, no lo dije pero creo que queda claro que me pareció una joya, una de las películas hongkonesas que mas me han llegado en estos últimos tiempos, y que como debut en la dirección de esa otra Lau es impepinablemente bueno.
