Sin haber visto la versión original de 1958 dirigida por Keisuke Kinoshita, me ha parecido extraordinaria (como me gusta esta palabra jaja). La verdad es que mi intención era ver esta película, por que tenía ganas de indagar en la carrera de Shoei Imamura. Después de "Agua tibia..." y "La anguila", le tenía ganas, y pensaba ver esta cinta que era la que más ganas le tenía. Pero me ha costado mucho conseguirla, de hecho conseguí primero "El deseo de los dioses" y "Lluvia negra" comentadas anteriormente. Por tanto, sin comerlo ni beberlo me he hecho un fan acérrimo del director Nipón. Y espero poder seguir disfrutando de otras muchas películas más que realizó durante su carrera.
En ésta "Narayama" me ha recordado en parte, mucho a "El deseo de los dioses". Eso de un pueblo remoto, o en el caso de la anterior, una isla remota. Gente con tradiciones ancestrales, y en ambos casos, se encuentras en épocas contemporáneas. Pero debido a su lejanía con el mundo exterior, estas gentes viven muy al margen de los cambios de la sociedad. El trato con sus semejantes como mercancía o ganado desde el punto de vista más salvaje. Y es que he oído muchos comentarios al respecto de éste tema y en muchos casos estoy de acuerdo, en que en realidad nuestra sociedad en el fondo no ha cambiado tanto. Si es cierto, que el envoltorio y la imagen publica y mucho más bella y perfeccionista que nunca, pero que en realidad seguimos siendo ganado para las empresas o gente sin escrúpulos. Y es lo que me gusta de estas películas, que te hagan reflexionar al respecto. Todavía no se si el realizador y guionista tenían esa idea en mente cuando se gestaba la historia. Pero aún asi, así quedó.
Os cuento un poco de que va, para los que estéis todavía interesados en verla; Orin es una anciana de 69 años, que vive en una remota aldea de Japón con su familia. Según la tradición, todo aquel que cumpla los setenta debe encaminarse hacia la montaña de Narayama donde será enviado con Dios. Desde luego un argumento que no parece que de para tonto como finalmente nos muestra. Un imprescindible.