Ahora va y se quiere poner a estudiar para conocerse a sí mismo y alcanzar la sabiduría (bueno, para lo de siempre, ligar) Torajiro Kuruma en su línea.
Por supuesto
La «madonna» intelectual es la tal Fumie.
Junko Sakurada era una idol de los setenta que salió del mismo trío que Momoe Yamaguchi y compitió con ella durante largos años. Pero Momoe dejó el showbusiness en 1980, mientras que Junko aguantó más. Y también hizo más cine (no hace mucho la vi y hablé de ella por uno de los Kindaichis, el de la Casa de la Colina del Ahorcado). Su papel en Tora 16 es impactante (¿Tora tiene una hija?
) pero desaparece pronto y luego más no se supo. Cuando acaba la película, la historia inicial (prólogo aparte) queda como muy descolgada y se queda uno con la impresión de que metieron a la Sakurada con calzador (a base de yenes, quizá) para engrosar su currículum en su tercer año de carrera (comenzó en el 1973). No sé, me quedo perplejo. Prescindiendo de eso, esta peli me parece muy potente dentro de la saga. Y aquí hay que nombrar al verdadero Gran Invitado: el señor
Keiju Kobayashi. Está fenomenal en su papel cómico. Su escena de fumador empedernido es impagable
Aquí vuelve a salir Masakane Yonekura (aparecía en la 15), ahora como poli local en bicicleta. Y bueno, mención especial al prólogo: Tora-san en el Oeste, con Yoshio Yoshida de malote mexicano fronterizo y... sorpresa... redoble redoble... ¡Chieko Baisho cantando! ¡Y cantando estupendamente!
Pero esta sorpresa me llevó a otra mayor: que no era precisamente su debut, sino que además de actriz Chieko siempre fue cantante, con discos desde 1962. ¿Dónde los venderán?