Yo le encontré algo antipático a esta película. No en la dirección ni en las maneras ya muy reconocibles de Kawase. Es algo relacionado con su retrato del pequeño negocio, y no es la primera vez que me pasa con ella. En un tiempo que estaba harto de ganarme la vida como me la gano, puse una pequeña bombonería (sí: también soy chocolatero y hago bombones, unos bombones de la hostia, además, que me enseñó a trabajar mi ex, la verdadera bombonera). Bueno, el caso es que si has tenido un pequeño negocio... vale, hay cierta magia, pero no sé qué me pasa con cómo los retrata kawase, me parece un poco manipulado el tema. Por otra parte, mi amiga Reiko vivía por entonces en mi ciudad y se venía a hacer dulces japoneses, también con pasta de alubias. Le quedaban excelentes, pero tardaba tres días en hacer una tanda, y luego no se vendían... malditos pijos madrileños
Me recordó a cómo trataba un tema parecido Kei Kumai en
To Love, que me gustó bastante más...