Una película redonda en la última participación de
Misumi en la saga. Esta es una de esas películas que después de verla no se me ocurre ninguna pega.
Con un guión de lo más interesante, también posee varias sub-tramas perfectamente hiladas hacia el mismo punto: Ichi. No solamente el guión principal es de lo más jugoso: el "Shogun Yakuza Yamikubo" ha reunido a los 8 mayores jefes yakuza para fusionarse en un gran "familia" con el único objetivo de recaudar extorsianando. También las diferentes sub-tramas son de lo más interesantes y todas pasan de primera mano a través del personaje de Ichi. Entre los diferentes hilos argumentales podemos encontrar a
Tatsuya Nakadai, que hace una enorme actuación como samurai errante que quiere vengarse de Ichi porque piensa que se ha beneficiado a su mujer,
Reiko Ohara hace de Kiyo, una mujer extremadamente hermosa de la que Ichi se siente enormemente atraído nada más sentir su presencia, y con la que vivirá muchas sorpresas a lo largo de la película, y por último lugar se podría añadir al personaje de Umeji, interpretado por
Pita, joven con rasgos afeminados que busca convertirse en un verdadero hombre. Sobrerbia dirección y montaje que consigue hilar todo perfectamente sin brusquedad alguna.
Sobre el personaje de
Nakadai debo decir que es una clara reminiscencia a sus muchos papeles de samurai errante de semblante duro, sobre todo me ha recordado a su actuación como Ryunosuke Tsukue en
Sword of Doom (Kihachi Okamoto, 1966). Además, en este caso y no como en la anterior película dirigida por
Okamoto,
Misumi ha sabido dosificar perfectamente el personaje de
Nakadai para, por una parte, otorgarle todo el protagonismo a Ichi, y por otra, llenar el personaje del samurai de un tono misterioso cada vez que sale en pantalla.
Personalmente me ha gustado más esta película que la anterior dirigida por
Okamoto, tanto en trama, personajes como actuaciones. Y qué decir de las coreografías, ni punto de comparación, se dan diferentes enfrentamientos a lo largo de toda la película y son de lo mejorcito de toda la saga, coreografiadas con plano general corto y sin corte alguno.
En definitiva, un imprescindible en toda regla que seguro llena las espectativas de los amantes del chambara, quizás de los demás también.